domingo, 16 de diciembre de 2012

Me despiden ellos o me despido yo?

Una vez más, nos encontramos que ya ha pasado otro año.. Increíble, no? Y sin darnos cuenta ya estamos en unas fechas navideñas llenas actividades sociales y eventos, que nos ofrecen momentos importantes para reencontrarnos con nuestra familia, con nuestros amigos e incluso con personas que pudieron ser importantes en algún momento de nuestras vidas.
Las navidades son un momento nostálgico y a la vez único para pensar cuáles son aquellas cosas que siempre hemos querido hacer y todavía no hemos hecho. Es el momento más importante del año para reflexionar sobre lo que ha sido el 2012 y sobre lo que queremos que sea nuestro nuevo año.
Por ello, en estos días, os invito a dedicar un poco de tiempo a reflexionar, a reencontrarnos con nosotros mismos, con nuestra esencia, con nuestros valores y con nuestros sueños.. Es muy probable que en esta etapa de reflexión y planificación, nos encontremos con muchas preguntas a las que todavía no hemos dado respuesta o que simplemente no hemos querido dársela.
En mi caso, no puedo evitar hacerme preguntas a las que todavía estoy tratando de encontrar respuesta. Preguntas que en gran medida pueden estar asociadas a personas o relaciones laborales que me han tenido atada e incluso inmobilizada durante algún tiempo.
A lo largo de este año 2012, he tenido la gran suerte de poder dedicar varios meses a conocerme un poco más, a entenderme, a respetarme y lo más importante, a tratar de aceptarme como soy. Tengo que confesar que este proceso no es nada fácil. Definitivamente, he llegado a la conclusión que cualquier decisión que tomemos, por buena que pueda parecer, lleva asociada una renuncia. Y que esta renuncia, puede llegar a ser mucho más dolorosa de lo que inicialmente pensábamos.  Pero, desde mi punto de vista, lo importante es que no sólo tomemos nuestras propias decisiones sino que también asumamos el coste de las mismas.

Habitualmente, nunca me ha costado mucho tomar decisiones. Es más, he tomado muchas decisiones rápidas siguiendo mis instintos. Sin embargo, con el paso del tiempo y dada la situación actual del mercado me he vuelto mucho más cautelosa con todo... Aún así, sigo pensando que lo mejor es seguir el corazón, pensar en grande, sin limitarnos y poder ver todas opciones que a veces no vemos que están ahí. Sólo de esa forma podremos ser libres para hacernos preguntas, decidir y poder así renunciar libremente a relaciones o situaciones que no nos hacen felices.
Creo que sólo el hecho de poder plantearse la pregunta ¨me despiden ellos o lo hago yo´, es todo un lujo que no todo el mundo ha podido tener y que la respuesta debe estar dentro de uno mismo y no dejar en ningún caso que la tomen los demás.

Pues bien, dejando fuera aquellas cosas que no dependen de nosotros, sino más bien del mercado y del entorno más próximo, os propongo que cuando nos encontremos ante situaciones o relaciones personales o profesionales insanas, reflexionemos sobre nuestra actitud y comportamientos ante la vida, sobre nuestros deseos y nuestros ideales. De esta forma, nos podremos endrentar mejor ante la incertidumbre y situaciones complejas... y ser un poquito más felices. Y si ves que aún así no eres feliz donde estás o con quién estás, mi consejo es que trates de darte un respiro, reflexionar y luchar por despedirte cuanto antes, antes de que otros lo hagan por tí...

No hay comentarios: